En este artículo se tratarán temas que pueden resultar de interés popular, como son el papel del farmacéutico titular en la oficina de farmacia más allá de dispensar, las diferencias entre un medicamento de venta libre y uno sujeto a receta e información a cerca de los genéricos.
El objetivo del artículo es meramente informativo, pero también aprenderemos a como poder descongestionar en la medida de lo posible el sistema sanitario, a valorar y no juzgar la figura del farmacéutico como profesional sanitario y a no temer a los genéricos. Una vez informados, cada uno es libre de hacer, elegir u opinar lo que considere, pero el primer paso siempre es disponer de la información.
LA FIGURA DEL FARMACÉUTICO EN ATENCIÓN PRIMARIA:
En toda farmacia abierta, podrá encontrar al menos un farmacéutico titular que podrá atenderle y diagnosticarle hasta cierto punto. Determinadas patologías que se pueden dar en el día a día de una persona pueden ser diagnosticadas y tratadas desde una farmacia. En España esto no es tan conocido o usual como lo es en otros países, porque no hemos sido acostumbrados a ello. Por ejemplo en Reino Unido, hay determinadas situaciones en las que se pide que primero se vaya a la farmacia antes de ir al médico.
Por lo que si no quiere esperar a cuando le den cita en el médico por un dolor de cabeza, garganta, barriga, entre otros, puede ir a su farmacia, donde su farmacéutico TITULAR le atenderá.
Este le diagnosticará y le dirá qué puede tomarse pero OJO, este no va a venderle el medicamento más caro, si no los que puede darle de LIBRE DISPENSACIÓN. Si necesitará una receta o si considera que es algo "más grave", le derivaría al médico porque el farmacéutico no puede recetarle medicamentos SUBVENCIONADOS POR EL ESTADO ni que necesiten receta, como más adelante veremos.
De esta forma, podría ahorrarse mucho tiempo y si utilizaremos todo el potencial que nuestro sistema sanitario ofrece, se podría descongestionar algo nuestro sistema sanitario. Pero es muy importante que entienda que si decide ir al farmacéutico y este considerase que debería ir al médico, NO DEBE pensar que le ha hecho perder el tiempo, si no que esta haciendo su labor, pues sería una imprudencia no hacerlo.
No olvidemos que el farmacéutico es el experto en el medicamento y para ello, primero ha debido obtener una formación médica para posteriormente ser capaz de diseñar, desarrollar y/o explicar el mecanismo de acción de un fármaco.
MEDICAMENTOS DE LIBRE DISPENSACIÓN v.s. MEDICAMENTOS SUJETOS A RECETA
Ante la popular creencia de que si voy a la farmacia y pido un medicamento concreto, el farmacéutico no me da el que el médico hace tiempo me recetó y me vende el caro, y como futuro profesional sanitario me veo obligado a desmentir esta situación, la cual resulta una ofensa. El problema nace en la FALTA DE INFORMACIÓN generalizada proporcionada.
Podríamos agrupar los medicamentos en dos grandes grupos atendiendo a la forma de adquirirlos.
En primer lugar tenemos los medicamentos de LIBRE DISPENSACIÓN, sin subvención alguna. Estos suelen publicitarse en la tele, en carteles dentro de una farmacia (aunque no siempre) la disponibilidad de estos por parte de una farmacia puede variar de una a otra. Para adquirirlos, NO es necesaria una RECETA MÉDICA, pero si conviene que consulte al farmacéutico si ese medicamento va bien para las molestias que tienen. Son ligeramente más caros por el simple hecho de que el Estado no paga parte de ese medicamento.
Por otro lado, están los medicamentos SUJETOS A RECETA MÉDICA. Muchos de estos SI están subvencionados por el Estado por disponer de un sistema sanitario público (que le pagará al farmacéutico la diferencia entre lo que cuesta y lo que el paciente ha pagado) o necesitan recta por ser un fármaco que necesita de un médico para por ejenplo evitar problemas mayores (ejemplo: antibioticos); y la única forma de adquirirlos es mediante una receta médica. El farmacéutico no podrá darle un medicamento de estos bajo NINGUNA CIRCUNSTANCIA. Es el Estado quien está pagando ese medicamento para que este disponible para todos los ciudadanos, pero repito, con receta.
Pongamos un ejemplo para garantizar el entendimiento de este punto:
Tenemos paracetamol sujeto a receta (A), que si usted ha ido al médico y este determina que debe tomar lo y se receta, puede obtener en la farmacia, pagando menos de los que cuesta. También existe paracetamol de venta libre (B) . Si usted va a una farmacia, sin receta, y le pide paracetamol, EL FARMACÉUTICO ESTÁ OBLIGADO A DARLE EL DE VENTA LIBRE, que probablemente será más caro pero no porque él quiera darle ese para sacar dinero.
Ambos paracetamol a nivel terapéutico son exactamente iguales, pero el del laboratorio A esta subvencionado, y el B no. El Estado no compra el 100% de los fármacos disponibles si no que diseñadores una estrategia sobre cuales escoger.
Por lo que a partir de ahora, pensemos dos veces antes de juzgar o poner en duda la profesionalidad de un trabajador, sobre todo sin disponer de información para hacerlo.
GENÉRICOS:
Podemos reconocer estos medicamentos porque contienen en su envoltorio las siglas EFG (que significa Equivalente Farmacéutico Genérico). Estos medicamentos son aquellos cuya composición química se encuentra bajo dominio público o que posee la misma concentración o dosificación de principio activo que un equivalente cuya patente ha caducado.
Cuando un laboratorio descubre un nuevo fármaco, lo patenta y esta patente dura 20 años, durante los cuales solamente ese laboratorio puede producirlos y venderlos. Es como que solo ellos tienen su "receta".
Cuando era patente caduca o si el medicamento esta bajo dominio público, esa receta pasa a estar a disposición del resto de laboratorios, para la elaboración de su genérico.
Entonces, podemos entender que los genéricos serán cualitativa y cuantitativamente IGUALES al original tanto en concentración de principio activo como en su forma farmacéutica (si son comprimidos, granulado o polvos por ejemplo).
Habitualmente durante el período que dura la patente, el fármaco original es más caro de lo que luego será el género por es simple hecho de que en ese momento será el único en el mercado que lo produzca (no tendrá competencia) y porque previamente ese laboratorio ha tenido que invertir en la investigación para desarrollar ese fármaco (mientras que los genéricos, solo ha tenido que hacerse con esa " Receta" una vez expiró la patente).
Los genéricos surgieron con el objetivo de hacer más accesibles los medicamentos para todos, por lo que ¡no los pongamos en duda y valorémolos!
Espero que toda esta información les haya sido útil y que entre todos podamos sacar el máximo provecho de uno de los mejores sistemas sanitarios que se pueden encontrar. No desaprovechemos la suerte que tenemos.